El uso de las redes sociales en la educación en salud pública ha ido en aumento debido a su capacidad para eliminar las barreras físicas que tradicionalmente impiden el acceso al apoyo y los recursos de atención médica.
A medida que la promoción de la salud se arraiga más profundamente en la programación basada en Internet, los especialistas en educación para la salud tienen la tarea de volverse más competentes en contextos mediados por computadora que optimizan las experiencias de salud del consumidor tanto en línea como fuera de línea.
Es importante generar una mejor comprensión de los beneficios y los inconvenientes del uso de las redes sociales en el campo, ya que los especialistas en educación para la salud continúan sopesando sus ventajas frente a las posibles preocupaciones y barreras para su uso.
Podemos explorar las redes sociales como una herramienta traslacional de promoción de la salud al unir los principios de la educación y la comunicación de la salud que examinan el método con el que los usuarios de las redes sociales acceden, negocian y crean información de salud que es procesable e impactante para audiencias diversas; estrategias para superar los desafíos del uso de las redes sociales en la promoción de la salud; y mejores prácticas para diseñar, implementar y evaluar foros de redes sociales en salud pública.
La facilidad que las redes sociales nos ofrecen para comunicarnos y encontrar información es infinita
El ámbito de la salud no iba a ser menos y se engancha a esta revolución. En las principales redes sociales de la actualidad como son Instagram, Facebook y Twitter podemos encontrar desde creadores en Instagram, páginas Facebook de salud, a grupos de profesionales y/o usuarios, donde comparten información, conocimientos, experiencias, técnicas, etc., sin olvidar Twitter, ese microblogging que en apenas 280 caracteres te permite difundir gran cantidad de información, permitiendo que cualquier persona pueda opinar.
Las redes sociales nos llevan a interaccionar y abrir debates sobre infinidad de temas.
Y la presencia de revista científicas o entidades relacionadas con la salud en estas redes sociales, abre y permite el acceso a la información a un público más elevado y más exigente en lo que se publica: exigencia de veracidad.
La creación de redes sociales específicas por grupos de trabajo o de investigación, o por universidades, provoca una revolución en la enseñanza actual y la creación de conocimiento facilitándonos enormemente la facilidad la recogida de datos e información que estas redes sociales nos ofrecen.
Entendamos las redes sociales como un servicio social
Según una encuesta de ‘Ipsos’ a escala europea, el 43 % de los ciudadanos del continente busca en Google cuando tiene alguna duda relacionada con la salud. Para ver la importancia de este dato, hemos de decir que solo el 58 % opta en primer lugar por consultar al médico.
Por lo tanto, Internet es el lugar más sencillo a la hora de intentar encontrar respuestas, pero cuando hablamos de sanidad podemos tener un problema.
En este sentido, el ‘autodiagnóstico’ es un mal de nuestros tiempos que lleva a muchas más equivocaciones que aciertos.
No toda la información que aparece Internet es correcta y, sobre todo, pocas veces acertaremos a la hora de asociar nuestros síntomas a los resultados que hemos encontrado tras realizar una búsqueda.
Así que las redes sociales pueden ser un importante mecanismo para ‘educar’ al usuario en materia de salud, detallándole con un lenguaje comprensible y cercano cómo debe cuidarse, cómo funciona su cuerpo o ante qué síntomas debe de consultar a un especialista.
Acércate a tus usuarios contando con una estrategia de marketing cuidada y una comunicación para la salud enfocada a esas personas. ¡Y cuenta con nosotros en el camino!